Marcos Zapata. En uno de sus viajes, contaba el poeta que había llegado a La Habana pero que, aunque le hacía mucha ilusión ver la ciudad, no se había atrevido. <<¿Porqué?>> inquirió el amigo con quién hablaba. <<Porque, nada mas poner un pie en tierra, vi en la puerta de un solar un letrero que ponía: "Tiro al blanco". Y, como yo no soy negro, preferí no exponerme y regresar inmediatamente>>.
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