martes, 1 de noviembre de 2016

Añorbe

AÑORBE


El obispo en 1799 y el DGH (1802) consignan tres: S. Martín, S. Juan Bautista y S. Esteban. Igual de Soria encuentra la de S. Juan Bautista «indecente y se prohíbe todo acto de religión hasta que se componga y adorne del mejor modo posible». Hoy la ermita, en el camino a Mendigorría, tiene aspecto de cuidada. La de San Esteban es un edificio sencillo. La de San Martín, sobre la que se eleva una estatua de Jesús, está en lo alto, sobre el pueblo. Antiguo hospital, fue una de las sesenta ermitas autorizadas en 1585 y luego cabeza del quinto distrito de ermitaños de Navarra. De ella dependían los de S. Gregorio de Puente la Reina, Eunate, S. Martín de Tiebas y S. Cristóbal de Biurrun. Sabemos que, por ejemplo, en noviembre de 1627 era ermitaño fray Beltrán de Yzturri, y en abril de 1703, fray Francisco de Ureta, que no sabía escribir. Durante la comida de cuentas de 1659, el abad Femando de Asiáin le llamó villano y pechero al feligrés y cofrade Miguel Sagüés, ante los demás hermanos de la Cofradía Mayor, cuya sede era la ermita. Hubo sonoro altercado. Sagüés demandó al eclesiástico ante la Justicia. Y el abad adujo entonces que Sagüés le había espetado: «Qri bezain ona naiz», que es «soy tan bueno como él». La sentencia reconoció la hidalguía de Sagüés.

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