ARGUIÑANO
En 1801, el
obispo visitó Nuestra Señora del Camino y San Miguel. En ésta dejó mandato de
suspender «la celebración de todo acto de religión hasta tanto que se habilite
la fábrica y ponga con la decencia correspondiente». Ya no existe. La del Camino
está a la izquierda de la carretera. Clavería la calificó de «chabola poco
adecentada» y la imagen, de copia excesiva de la Virgen azagresa del Olmo.
Icomar fue ermita en Andía, a la que acudían los pastores en domingos y
festivos. Se levantó a la izquierda del camino al actual túnel de Lizarraga. La
advocación, según el DGH, era la Anunciación; la abadía era de patronato real.
Arruinada la ermita, la imagen pasó a la parroquia de Arguiñano. Ya en 1682 el
abad de Ntra. Señora de Andía solicitó licencia para repararla. Cuatro años
antes, Juan Salvador y Polonia de Azanza, vecinos de Salinas de Oro y herederos
de Jerónimo de Azanza, beneficiado difunto, demandaron a los administradores de
la abadía de Andía las rentas y diezmas qué su tío Jerónimo tomó en arriendo en
1676.
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