En España, como en todas partes,
habrá de todo, desde muy trabajadores hasta medianamente, o poco trabajadores,
es cuestión de porcentajes. Eso no nos dice nada pero, el problema de fondo
es, que se sabe que una buena mayoría no encuentra en su trabajo un clima
ilusionante, debido a un jefe Autoritario, o Paternalista, que impone su manera
de gestionar, y en estos casos no se puede esperar que trabajen con el
compromiso y dedicación que sería deseable, y que tanto necesitamos
todos.
Las prácticas arcaicas de tantos jefes españoles hacen que los empleados, que podrían ser muy competitivos si se les tratara convenientemente, se resignen a solo cumplir lo que les han mandado hacer. Son jefes distantes, que no consultan ni mucho menos, confrontan sus puntos de vista con ellos, como una manera de asegurar que lo que se pretende hacer pueda contar con el apoyo y compromiso de los que tienen que llevar a cabo el trabajo.
Son estas prácticas las que hacen que ellos vean el lunes como un día de castigo. Son los que vuelven de vacaciones y buscan algún consuelo mirando a ver cuando llega el próximo "puente"... los que están en sus puestos de trabajo esperando que el jefe se vaya para salir corriendo detrás ( no de él, claro), los que sacan cuenta de las horas que faltan hasta que llegue el "glorioso viernes" que les liberará al menos por un par de días, de ver a ese jefe que detestan.
Todo esto lo he vivido como consultor en diferentes empresas y ahora me lo confiman algunos que ya han leido mi libro, luego ni exagero ni invento nada que no sea cierto. Ojalá no fuera así.
Pero, ¿por qué estos jefes actuan así?, ¿encuentran algún placer amargando la vida a los que tienen que producir para que sus empresas sean prósperas y exitosas? No, por supuesto que no. Actúan así porque no conocen otra manera de hacerlo. Así les trataron sus jefes en un momento dado y ahora, cuando ellos tienen la sartén por el mango hacen las cosas de la única manera que han conocido. Es un problema cultural, eso es lo grave.
Los cambios culturales deben ser tratados con formación, es decir, educando a las personas mediante la clarificación de los conceptos que hacen posible el trabajo en equipo.
Me refiero a un verdadero trabajo en equipo en prevalecen principios y valores como el respeto mutuo, la confianza, la sinceridad, el ejemplo, el compromiso con la excelencia, entre otros. Solo así podenos llegar a ser un pais competitivo y propiciar la generación de nuevos puestos de trabajo que tanto necesitamos, de lo cual hablaremos en otro blog.
Autor Juan Esain
Las prácticas arcaicas de tantos jefes españoles hacen que los empleados, que podrían ser muy competitivos si se les tratara convenientemente, se resignen a solo cumplir lo que les han mandado hacer. Son jefes distantes, que no consultan ni mucho menos, confrontan sus puntos de vista con ellos, como una manera de asegurar que lo que se pretende hacer pueda contar con el apoyo y compromiso de los que tienen que llevar a cabo el trabajo.
Son estas prácticas las que hacen que ellos vean el lunes como un día de castigo. Son los que vuelven de vacaciones y buscan algún consuelo mirando a ver cuando llega el próximo "puente"... los que están en sus puestos de trabajo esperando que el jefe se vaya para salir corriendo detrás ( no de él, claro), los que sacan cuenta de las horas que faltan hasta que llegue el "glorioso viernes" que les liberará al menos por un par de días, de ver a ese jefe que detestan.
Todo esto lo he vivido como consultor en diferentes empresas y ahora me lo confiman algunos que ya han leido mi libro, luego ni exagero ni invento nada que no sea cierto. Ojalá no fuera así.
Pero, ¿por qué estos jefes actuan así?, ¿encuentran algún placer amargando la vida a los que tienen que producir para que sus empresas sean prósperas y exitosas? No, por supuesto que no. Actúan así porque no conocen otra manera de hacerlo. Así les trataron sus jefes en un momento dado y ahora, cuando ellos tienen la sartén por el mango hacen las cosas de la única manera que han conocido. Es un problema cultural, eso es lo grave.
Los cambios culturales deben ser tratados con formación, es decir, educando a las personas mediante la clarificación de los conceptos que hacen posible el trabajo en equipo.
Me refiero a un verdadero trabajo en equipo en prevalecen principios y valores como el respeto mutuo, la confianza, la sinceridad, el ejemplo, el compromiso con la excelencia, entre otros. Solo así podenos llegar a ser un pais competitivo y propiciar la generación de nuevos puestos de trabajo que tanto necesitamos, de lo cual hablaremos en otro blog.
Autor Juan Esain
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