Aguinaga (Gulina)
Trinidad. En la muga de Aguinaga y Aizcorbe, cerca de la cumbre del Erga.
Planta rectangular, de 18 por 8 m ., con cubierta a dos aguas y espadaña.
Puerta forzosamente orientada al Norte; ventanas al E. La imagen titular, alta
de un metro, en piedra arenisca, de escuela francesa de siglos XVXVI, está en
la parroquia desde que la imagen de la Virgen -restaurada en 1935 y ahora en
Irurzun- apareció con quemaduras en manos y nariz. La escultura, de finales del
XIII, según el Prof. Iñiguez; del XIII-XIV, para Germán de Pamplona, se subía
el domingo de Trinidad en carreta de bueyes, hasta que en los años 40 se hizo
réplica en pasta, que permanece en la ermita. La romería del valle de Gulina
está documentada en el año 1513, pero los avalares de la ermita los conocemos
con algún detalle sólo desde la segunda mitad del XVII. Las obras más notorias
se llevaron a cabo a partir de 1773, cuando se hizo nueva mesa de altar -cuyo
basamento es mármol rojo de Aizcorbe-, con grada de piedra de sillería, y se
renovó la mitad de la «portalada de la puerta principal». La ermita no tenía
espadaña, sino torre, tres altares, coro, pulpito y pavimento de madera. En
1783 sustituyeron el entarimado por enladrillado y continuaron el paredón «para
resguardo de la casa nueva y ensanchar el camino o sitio para la gente», según
dice el Libro de Cuentas, que se mandó llevar en 1721 pero no se estrenó hasta
1754. Las tropas francesas saquearon y dañaron la ermita, cuya reparación costó
560 reales en 1795. En 1858 se hizo el paredón que contiene la explanada, cuyo
relleno sepultó en la parte de Aizcorbe el mojón, repuesto, según acta de 21 de
mayo del mismo año, en presencia de los' vecinos de Aguinaga y Aizcorbe. El
muro se rehizo en hormigón en 1971. En 1880-81 se construyó en la planta baja
el depósito que recoge el agua de lluvia. Antes, la ermita tenía dos cubas,
provistas de agua por acarreo a lomos de caballería. En 1882 pusieron el
pararrayos, que subsiste. Tras años de abandono, en 1971 los montañeros de
Lagun Berriak de Irurzun acometieron desinteresados la restauración de la
Trinidad. Renovaron el tejado -tela asfáltica y mortero-, quitaron el enlucido
de las paredes y el yeso de la techumbre, suprimieron el coro, perfeccionaron
la recogida de la lluvia, reformaron la cocina, abrieron un refugio en la
planta baja de la casa e
instalaron nueva chimenea. En 1972 el concejo de Aguinaga abrió iina pista
hasta la ermita, sobre el camino viejo. La construcción de la casa del ermitaño
ocasionó en 1686 un pleito entre Aguinaga y Aizcorbe. Estos últimos se oponían
a los planes de aquéllos, y aducían la conveniencia de mantener intacto el
lugar abrigado en que se guarecían del cierzo, cuando llegaban sudorosos a la
cumbre. El paraje estaba en su jurisdicción. Los de Aguinaga contestaban que
mejor se podrían guardar en la nueva casa, capaz para todos. Luego se rehizo,
adosada a la antigua, en 1780-81: se emplearon robles de Latasa y Eraso
-pagados con un refresco a los vecinos-, 2.000 ladrillos y 2.300 tejas. El
primer ermitaño conocido es Martín de Saldise, de casa Iñigorena, de Erroz, que
aparece como tal en 1685. El ermitaño de la Trinidad de Erga era también
monitor de la Hermandad sacerdotal de San Pedro ad Vincula de Echalecu. El
último ermitaño fue José María Oroquieta, que lo era en 1891. El cargo se
afincó por tres generaciones en casa Marchancerena de Aguinaga, y luego pasó de
casa en casa. En 1969 quedó vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario