ABAIGAR
Cuando visita el pueblo en 1801, Igual de
Soria sólo se refiere a las de S. Miguel y S. Bernardo. En S. Miguel, a media
hora del pueblo hacia Monjardín, manda que la vea un perito que reconozca «el
cielo raso y demás obras precisas para su decencia», además de ordenar que «se
terraplene la iglesia» y se haga un cubierto exterior «para acogerse los
vecinos en caso de lluvia», y de retocar el bulto del santo y retirar «los tres
niños que están a la parte del Altar y se ponga en su lugar una cruz». Esta es
ermita románica de origen, de planta rectangular y cubierta a dos aguas. En la
de S. Bernardo, en el centro del pueblo, mandó retocar la imagen de la Virgen,
«perfeccionar la mano de ésta» y «componer la mano del santo pintándolo». La
imagen está en la parroquia y de la ermita quedan restos. También desapareció
la de S. Nicasio. A la salida del pueblo, se levanta el Calvario, que conserva
el ático del anterior retablo mayor de la parroquia, del XVI. S. Bartolomé está
sobre el camino que une los que van a Oco y Etayo, cerca de la muga con el
primero de estos pueblos. La ermita es neoclásica, del XIX, con planta de cruz
latina. La imagen en el retablo principal es moderna; pero se guarda otra del
XVI, con ojos de cristal. Durante siglos, S. Bartolomé, sede de la Cofradía del
mismo nombre, con hospital anexo, ha estado en Oco. Así lo afirman la relación
de ermitas de 1585 -fue una de las sesenta autorizadas-, numerosos procesos y
la visita de 1801, entre cuyos mandatos se expresa que «se reserva S.S.I.
proveer con más conocimiento acerca de la traslación de la ermita de S.
Bartolomé». En la cofradía ingresaban los vecinos de pueblos de Valdega, salvo
Learza. Los de Oco a veces intentaron aplicar su jurisdicción sobre S.
Bartolomé. Así, en 1625 se opusieron a la intención de la cofradía de celebrar
una comida en la casa pegante a la ermita y argüyeron que la comida se hacía
con mucha indecencia del santo.
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