domingo, 5 de noviembre de 2017

Cirauqui

CIRAUQUI

Nuestra Señora de la O, Nuestra Señora de Urbe, 

S. Cristóbal, Santa Columba. Santa Columba, Coloma o Colomba, ha desaparecido. En 1621, prior, mayordomos y cofrades se querellaron contra los beneficiados Miguel de Apeztegui y Juan Sánchez, que se oponían al deseo de aquéllos de poder nombrar uno o varios sacerdotes capellanes que les dijeran las misas. Los beneficiados querían que las celebrasen todos, excepto el abad de Aniz y el vicario de la parroquial de S. Román. La sentencia confirmó el derecho de la cofradía, que sumaba 150 hermanos, centrada en su ermita. En 1801 Igual de Soria mandó hacer «nuevo o que se retoque el bulto de la Santa y en el último caso se perfeccione la mano derecha y pechos de la misma santa», además de reparar techo y paredes «y en el entretanto se prohíbe la celebración de todo acto sagrado». 

Nuestra Señora de la O, es Nuestra Señora de Aniz, hoy despoblado del que tenemos noticia documentada desde el año 1036. En 1534 lo cultivaban vecinos que habían pasado a residir en Mañeru. En 1715 sus términos pertenecían a Cirauqui. Pero en el orden religioso Aniz subsistió como parroquia de Santa Catalina hasta mucho más tarde. En 1611 Pedro Pontón, cantero, y, muerto él, el tutor de sus hijos, Pedro de Ancil, cirujano, se querellan contra abad y primicieros de Sta. Catalina a los que reclaman el pago de unas obras en la parroquia; entre ellas, una venera para la pila bautismal, puertas, gradas, el cierre del cementerio y una ventana en el coro. En 1641, el escultor Juan Imberto y el ensamblador Miguel de Arbizu reclaman el pago de los retablos laterales de S. Juan Bautista y S. Blas que hicieron en Aniz, tasados en exceso, según los demandados. En 1650 Aniz tenía abad y cuatro beneficiados. En septiembre de 1801 Igual de Soria visita la parroquia, que tenía 96 familias con 349 almas de comunión. Nuestra Señora de Aniz, románica en origen, de la que conocemos obras y ermitaños en los siglos XVI-XVIII, necesitaba en 1801 serias reparaciones en bóveda y tejado y en la casa contigua, cuya puerta con la ermita debía cerrarse, según el obispo que mandó perfeccionar «las manos del Ssmo. Christo que está en el cuerpo de la ermita». Abandonada y ruinosa. Urbe fue lugar entre Mañeru y Lorca. Queda a la derecha de la carretera a Estella. Conocido desde 1046, sabemos que era realengo en 1280, que Irache poseía casas y heredades en «la villa de Urbe» en 1345, que contaba 3 fuegos en 1350, que en 1634 pertenecía a la casa de Alba y en 1705 estaba incorporado a Cirauqui. En 1635 el fiscal de la diócesis actuó contra Diego García de Ribera, alcalde del crimen de Larraga, que tenía en la cárcel a Francisco Ximénez de Luna, al que sacó de la ermita de Urbe, a cuya inmunidad se había acogido. Ximénez, con otros, había violado a una irlandesa que pasaba por Larraga con tres soldados del mismo país, uno de ellos su marido. La sentencia dispuso qúe Ximénez fuera restituido a sagrado. Quedan el ábside y muros, en ruinas. San Cristóbal, en Monte Esquinza, es la única ermita viva en Cirauqui. Era de patronato municipal en 1673, cuando el Regimiento de la Villa suprimió los cien reales que gastaba en la romería, así como los de las procesiones a Iranzu y S. Esteban de Larraga. Un siglo más tarde clero y regidores se enzarzaron en un prolijo pleito sobre patronato y ornamentos. En 1801 el obispo mandó blanquearla, poner puerta con cerraja y llave y reconocer la habitación del ermitaño, además de unas obras en el coro.

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